Connor Connolly tiene un día para pagar las reparaciones a Tyrone Pettis. Se ve obligado a pedirle a su antiguo equipo de operaciones militares, que se reúnan para conseguirle dos millones antes de que pierda a todos sus seres queridos.

Cuando el hijo de un juez afroamericano es asesinado en una parada de rutina que sale mal, el juez Charles Coleman toma la justicia en sus propias manos para asegurarse de que se haga justicia cuando los dos policías salgan libres.